Lo que esta ahí... entre medio.

No hay marcha atrás, se puede cambiar de canal intentar salir rápido de la incomodidad esa de toparse con una imagen inconveniente que se coló en el momento de hacer zapping, pero lo que se posó frente a la vista televisiva, mirado está.
Ese instante que tenia que completarse con el dibujito o el programa de Discovery Kids y en cambio dio lugar al primer plano de una pareja desnuda o al cuerpo ensangrentado de un muerto en la calle, provocan el desconcierto del adulto que no sabe como salir del paso. ¿Calla u otorga?.

Los chicos frente a la tv: un riesgo inmanejable, salvo que se evite el contacto visual entre el aparato y el niño. O bien aceptar la posibilidad de acompañar el descubrimiento del mundo aún ajeno de los chicos y hacerse cargo como adulto que esta al lado, de mirar con él y a él que lo necesita.

¿Que pueden ver y que no?
¿Cuándo un contenido perturba ?
¿Quién es el que regula la permanencia del chico frente a la tv?

Preguntas que se responden diametralmente diferente, si uno elije alejar al pibe del aparato televisivo o en cambio acepta ese lugar riesgoso y complejo de poner dos sillas frente a la pantalla y zambullirse en ese mar cautivante que es para los chicos el show de la tv.

Asumir este desafío cultural por parte de los padres y docentes, implica dar pasos propios y cuestionar las formas o senderos ya transitados por los que nos precedieron. Pero al mismo tiempo los escenarios actuales parecen retrotraerse a décadas pasadas y creídas ya superadas en materia de medios, cultura y educación

A sabiendas que podamos ser acusados de nostálgicos fuera de tiempo, las actuales preocupaciones por lo que sucede en los medios y la protección de los niños -que obviamente trasciende a la tv, espacio mediático que hoy quizás como nunca antes manipula de manera transparente, pero que ya a nadie le interesa discutir- nos devuelve a las reflexiones de Umberto Eco cuando publicaba allá por 1965 "Apocalípticos e integrados" y si, nos gusta volver allí.

Que mejor que volver a este hito intelectual que como tantos otros nos empuja a tomar un lugar para enfrentar lo que somos y nos pasa como sociedad. Volver con Eco como con McLuhan pero también y especialmente con nuestro Daniel Prietro Castillo (de ayer y de hoy) para pensar con calma, sin la prisa vertiginosa de los que no quieren profundizar nada y condenar todo.

Lo que esta ahí y pone en riesgo nuestra supuesta calma, no se puede tapar, no hay que alejarse de ello, más es una gran oportunidad para saber de nosotros mismos y ayudar a Ser a quien tenemos delante y espera de nosotros tan solo para jugar y divertirse en verdadera calma.

"existen infinitas maneras de aprender. Los caminos del aprendizaje están ligados a cuestiones científicas, teorías psicológicas pero también a la capacidad creadora de quien pone en marcha un proceso" D. P.Castillo.

Ese buen proceso de mujeres y hombres adultos que se hacen cargo de lo que esta frente a uno, es el movimiento reflexivo y de acción educadora que pretendemos reavivar frente a tanto miedo acusador y al mismo tiempo paralizador, proclamado casualmente desde los mismos medios.

1 comentario:

El dijo...

esta bueno hay mas