Ey papá... ¿Que he hecho yo para merecer esto?

Las despedidas son tristes, qué duda cabe, muy tristes, mas cuando no estamos avisados de la ida de aquel a quien queremos tanto.

La llegada de alguien que esperamos nos inunda de felicidad nos cambia el tiempo por venir. ¿Hay mayor emoción que tener un hijo, que ser papá?.

Papás que se fueron o se van a ir.
Hijos que llegan y que están ahí adelante, siendo ya nuestro horizonte más claro.

Solo ese amor puede calmar el dolor, la perdida y una ausencia terrenal.
Solo ese amor puede hacernos ver al otro que somos y en el que podemos elevarnos.

Amor que late, que mira y espera ser visto cada vez.
Que no se conforma con poco siempre pide más
Da más.
Amor incansable ilimitado
Que saca lo inesperado de él y de uno,
un poco más del rojo.

Caricia, beso, abrazo, palabra, pegote, dibujo, risa, carita, enojo y lo que sea que invente,
penetra de una, en uno,
atraviesa todas las dudas y certezas.
el temor y la vanidad no pueden contra ese amor virgen
que todavía está ahí, lleno de potencia original,
que aún no ha sido del todo contaminado
por nuestros moldes heredados y asumidos sin más.

Elegir ser papá es hasta acá la sensación más profunda de estar vivo.
de estar unido al amor real.
el del hijo que lo corona
el de la mujer par, cohabitante de ese patrimonio
el de los padres que desde la fuerza imbatible de ser parte de algo mayor, lo sostiene e impulsa.
y el de los otros, esos entrañables seres que con su celebración solidaria hacen real, eso intimo que parece sueño.

Tan solo un día impuesto desde lo superficial
un lugar mimo, una excusa para ser alguien y tal vez empezar a pensar de que se trata ese sentimiento inquebrantable y fuera de manual que es ser papá.


Esto por y para:
- los que se fueron y los que están, por haber hecho lo mejor que pudieron dando su vida por nos.
- los contemporáneos que son referentes y cómplices del paternar que vamos inventando.
- los que pronto serán y ya emocionan de solo pensarlos en ese lugar, ahí estaremos resistiendo y abrazando las crianzas.
- nuestros hijos que nos permiten y empujan a mirar para atrás e intentar así poner cada cosa en su lugar...


con amor profundo.

1 comentario:

Geo. dijo...

Waw, que fuerte, que hermoso lo que escribiste
Gracias por compartirlo,
Besos!
Geo